Valentine's Day - Parte 1
11/01/13. Nueva York, 12:00 AM
Estoy en una de las jugueterías más caras del mundo.
Hasta la dependienta parece sacada de un cuento.
No recuerdo haber comprado un regalo para San Valentín desde el instituto, que le llevé una rosa a Amelie. “Muchas gracias”. Y nunca hubo nada entre nosotros.
Pero esta vez es distinto.
Queda casi un mes para el catorce de febrero. La publicidad hace sus primeros llamamientos a los románticos. De momento son sólo eslóganes pegadizos y algunos corazones de adorno; hay tiempo. Ya señalará y acusará con mayor virulencia a todo aquel que no compre un regalo en las próximas semanas.
Pero yo sí tengo prisa. Estos peluches artesanales vuelan. Un peluche-robot para una chica-robot.
Un regalo muy caro para el día de los enamorados. No sé cómo debería hacerme sentir esto.
Pero sí sé cómo me siento. Me siento igual que hace años con aquella rosa. Sólo espero que le guste.
Dependienta: ¿Es para su hija?
La pregunta duele como un puñal, no sé qué decir.
Patrick: No…
La dependienta me mira expectante.
Patrick: Es… para mi novia.
Dependienta: Bueno, pero le ponemos “Te quiero” igualmente, ¿no?
Si hubiese empezado por ahí… le hubiese dicho que sí y todo hubiese sido más sencillo.
Claro que la quiero. Aunque sea una novia con caprichos de hija.
Estoy en una de las jugueterías más caras del mundo.
Hasta la dependienta parece sacada de un cuento.
No recuerdo haber comprado un regalo para San Valentín desde el instituto, que le llevé una rosa a Amelie. “Muchas gracias”. Y nunca hubo nada entre nosotros.
Pero esta vez es distinto.
Queda casi un mes para el catorce de febrero. La publicidad hace sus primeros llamamientos a los románticos. De momento son sólo eslóganes pegadizos y algunos corazones de adorno; hay tiempo. Ya señalará y acusará con mayor virulencia a todo aquel que no compre un regalo en las próximas semanas.
Pero yo sí tengo prisa. Estos peluches artesanales vuelan. Un peluche-robot para una chica-robot.
Un regalo muy caro para el día de los enamorados. No sé cómo debería hacerme sentir esto.
Pero sí sé cómo me siento. Me siento igual que hace años con aquella rosa. Sólo espero que le guste.
Dependienta: ¿Es para su hija?
La pregunta duele como un puñal, no sé qué decir.
Patrick: No…
La dependienta me mira expectante.
Patrick: Es… para mi novia.
Dependienta: Bueno, pero le ponemos “Te quiero” igualmente, ¿no?
Si hubiese empezado por ahí… le hubiese dicho que sí y todo hubiese sido más sencillo.
Claro que la quiero. Aunque sea una novia con caprichos de hija.
awwwwww *___*
ResponderEliminarPero que remono que es : )
Muchas gracias guapa, sobre todo por seguir siempre mis historias ;P
EliminarMadre mía. Es maravilloso. Desde la primera foto (Cómo Impactar con un Primer Plano, Capítulo Uno). Los ositos cosidos por las manos de Yukari (¡Anouk! <3). Ese lenguaje corporal: casi oigo a Patrick responder todo dubitativo. Gracias por hacer maravillas, chicas :D
ResponderEliminarSiempre me saca una sonrisa leer tus comentarios, muchas gracias a ti. ¡Tenemos que vernos! ;)
EliminarQue bonita te ha quedado! Me ennta el ambiente y la manera que tienes de hacer las fotos. Mención especial a la dependienta que es maravillosa *0* me encanta ese molde!
ResponderEliminar¡Mil gracias! Y sí, Elysia es un molde especial =D
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