Frank y Tito Jr

El cementerio

Es noche cerrada sobre el pequeño pueblo encaramado a una de las formaciones montañosas del norte de Alemania. El viento sopla frío, y apenas un puñado de candelas arrojan sobre el silencio quieto la luz de unas llamas crepitantes. Dos figuras, como dos sombras, se escurren como chorros de tinta. Son los extranjeros que llegaron por la mañana…

Frank Jr: *Camina con el quinqué hacia el cementerio* Tito, hace mal día, a la hora de comer llovió que te cagas... ¿qué piensas encontrar de noche en un viejo cementerio? ^^U
Tito Jr: Fantasmas =D *Obviously**Más feliz que un tonto*
Frank Jr: ¿Y si sólo salimos con una neumonía? ^^U ¿Y si llueve? *¿Por qué no le detuve antes? :__D*
Tito Jr: Bueno, es un riesgo que había que correr ù.u *Intenta orientarse*

Ambos hermanos siguen caminando, tratando de llegar al pequeño y antiguo cementerio del pueblo.

Frank Jr: ¿Es... esto? *Mira con cara de asco la verja retorcida y entreabierta, comida por el musgo* Puaaaj... joder, aquí no viene nadie desde hace siglos ^^UUU
Tito Jr: ¿No te parece ideal y bucólico? *Emocionadísimo, estudia la manera de saltar la valla*
Frank Jr: Lo único que me tranquiliza de esto es que no tiene techo que se nos pueda caer en la cabeza... (¿Qué coño haces?)
Tito Jr: Busco la forma de saltar la valla *Subiéndose a la verja*
Frank Jr: ¡Tito, quieto! *Tira de él hasta bajarlo* ¿Pero serás imbécil? ¿Tú no ves cómo se tambalea...? *Empieza a empujar la puerta* Venga, ayúdame...
Tito Jr: Hey, que eso es delito, no te la cargues ^^u
Frank Jr: ¿Pero qué delito ni qué hostias, Tito? Estamos solos, este cementerio está abandonado, no tiene horario, no tiene visitas... no debe tener ni cadáveres, hasta el último hueso será polvo...

Frank gime y se aparta rápido de la verja. Un hierro vencido por el tiempo y afilado le ha dejado un corte bastante profundo en la mano. Maldice.

Frank Jr: *Echa a andar* *Joder, joder, joder...* Hey, ¿has oído eso?
Tito Jr: No, no he oído nada... será algún cuervo, tranquilo *Mira el lugar buscando que haya una buena situación para la invocación*
Frank Jr: Qué coño de qué cuervo ni qué hostias... *Se va hacia donde cree que puede haber lápidas cómodas para sentarse, no piensa participar en ningún rito*
Tito Jr: ¡Hey! ¿Pero adónde vas? Allí no saldrá bien, tiene que ser aquí *Señala un lugar en el suelo*
Frank Jr: Voy a sentar mi culo, hoy invocas... qué coño invocas, hoy haces el gilipollas con la ouija tú solito *¿Esto está limpio?* *Pasa la mano* *Muaaaaaaaaaaaaaaf, NO :__D*
Tito Jr: ¡Eres un puto cagado! ¡Eso es lo que pasa! *Se sienta en el suelo y comienza a desplegar el tablero* Y por tu culpa este viaje no habrá servido para nada.
Frank Jr: Yo también te quiero Tito, cuando te apetezca chupármela acuérdate de que tienes un hermano... *Encuentra donde sentarse* ¿Oye, de verdad no oyes nada? ^^U *Miedo*

Tito empieza a recitar todas las invocaciones que recuerda mientras comienzan a caer las primeras gotas de lluvia.

Frank Jr: Titooooooooooooooo, está empezando a llover ^^U
Tito Jr: ¡¡CALLATE JODER, lárgate si quieres y déjame tranquilo!! *Estoy hasta los huevos de ti*
Frank Jr: *Se queda quieto en silencio, la lluvia cada vez arrecia más* *Puto Tito, qué gilipollas eres y cuánto te odio, esto no se va a mover en la vida... joder, uy la lámpara... Diosh, no te apagues con la lluvia, no… :__D*

Frank permanece sentado, maldiciendo para sus adentros, sintiendo como poco a poco la lluvia le cala, haciendo que el frío viaje hasta lo más hondo de sus huesos. Sin embargo, algo interrumpe el constante golpeteo de la noche. Una voz suave, como la de un niño… y envolvente, como la de un fantasma, cerca, muy cerca. Justo por encima de su hombro.

Eins: (Estás sangrando).

Frank grita, un alarido que hiela la sangre. Salta instintivamente hacia delante, a toda prisa. Intenta correr, huir, alejarse… pero desafortunadamente tropieza con una de las lápidas rotas y cae al suelo en un duro golpe. No importa, sigue gritando con el corazón desbocado y la adrenalina libre.


Cuando regresan al “hotel” ya está muy entrada la noche, no se ve un alma en la calle, las luces rojas y doradas que aún iluminaban los caminos empedrados cuando se marcharon estaban ahora extintas. En silencio sólo se ve perturbado por los pasos apresurados de los gemelos.

Frank entra rápido al hotel, sin reparar en la anciana recepcionista medio dormida sobre el mostrador. Sube rápido a la habitación y se encierra. Se quita la ropa húmeda, arrojándola molesta al suelo y va a darse una ducha con agua caliente. No quiere mirarse mucho si tiene raspaduras, moratones o si se le ha infectado la mano. Tras entrar en calor todo le duele más y se le antoja fantasioso haber escuchado algo en un cementerio vacío. Se siente estúpido, así que se sube a su cama, abrazándose las rodillas mientras se le caen las lágrimas y le da vueltas al coco.

Mientras Tito, diccionario en mano, intenta pedirle a la mujer de la pensión algo para curar a su hermano. A duras penas se entienden, pero tras rebuscar en un cuartucho de detrás del mostrador, la señora sale con un par de botes y unas gasas que deja en las manos de Tito. Cuando sube a la habitación se encuentra a su hermano hecho un ovillo en pijama, muy poco abrigado para el frío de la estancia.

Tito Jr: Dios lo que me ha costado que la mujer esta me... ¿Frank, qué te pasa? ó.o *Deja las cosas encima de la cama y se sienta al lado de su hermano*
Frank Jr: *Le mira d reojo, suspira y entierra la cabeza entre los brazos* (Estoy mal de la cabeza)
Tito Jr: (No digas eso... ¿qué ha pasado?)
Frank Jr: *Llorando* ¿Qué ha pasado? ¿JODER, Tito, QUÉ HA PASADO? Esto... esto en psicología de estar por casa de llama ataque de histeria *Estoy mal*
Tito Jr: Hey, tranquilo... *Busca un pañuelo y se lo tiende* cuéntame qué has oído ^^u
Frank Jr: *Sacude la cabeza* (Nada...) *has sido todo imaginaciones mías... *Joder, he manchado de sangre el pañuelo, estupendo...* *se suena*
Tito Jr: *Le pasa la mano por el pelo* (entiendo que  no quieras contármelo...) *Pero me ayudaría mucho saberlo*
Frank Jr: ¡No tengo nada que contarte, joder, ya te lo he dicho, no oí nada!
Tito Jr: está bien... de acuerdo... *Coge los bártulos de curar y le sube el pantalón* *Joder, qué rascones*
Frank Jr: *Saca un poco la cabeza de entre los brazos* (Hey, ¿qué haces?)
Tito Jr: ¿Curarte? *Te creía más listo*
Frank Jr: *Le coge una mano* (Oye, no hace falta... de verdad... estoy bien)
Tito Jr: Prometimos cuidarnos el uno al otro en este viaje, pienso cumplir con mi palabra *le sonríe mientras le sigue curando*
Frank Jr: *Suspira y se deja caer de lado, tumbándose en la cama* (Siempre pensé que serías tú quien acabase neurótico...
Tito Jr: (No estás neurótico...)
Frank Jr: Lo estoy, joder, ¡lo estoy! Estaba... estaba ahí parado, helándome y... entre el murmullo de la lluvia, lo he oído... era como la voz de un niño, muy, muy cerca de mí... 'estás sangrando'... había... algo, alguien, una sombra, una figura encapuchada, joder, estaba ahí, detrás mío...
Tito Jr: *Dios, la invocación habrá funcionado? O_O* Puede que fuese el espíritu del niño cuya lápida tenías bajo tu culo... no me extrañaría que lo hubieses despertado... *Le coge la mano para mirarle la herida* *Dios esto... espero que no se te infecte*
Frank Jr: *Le mira fijamente a los ojos* Tito, no era un niño... era... grande...  era una sombra de un metro... mínimo como una persona adulta...
Tito Jr: ¿Y si el cementerio no está tan abandonado como pensábamos y había algún guarda haciendo la ronda...? Tal vez sólo quería asustarnos.
Frank Jr: Joder... no lo sé, Tito... *Déjame tranquilo*
Tito Jr: Iré a ver qué ha pasado mañana por la mañana... *Que supongo que tú no querrás volver* *Le venda la mano*
Frank Jr: (Te acompañaré...)
Tito Jr: (No hace falta si no quieres...)
Frank Jr: (Me apetece saber si necesito medicarme o no ^^U A lo mejor estoy mal de la cabeza Tito... si alguna vez se me pira la olla del todo mátame con una estaca o algo :__D)
Tito Jr: bueno, a lo mejor heredaste ese toque esquizofrénico de mamá ^^u *Pobre*
Frank Jr: (Gracias Tito, ahora me siento mucho mejor ^^UUU) *Capullo hijo de puta*
Tito Jr: *Se ríe* Era broma *Hale, curado* muchas veces la sugestión en estas situaciones crea artefactos...tal vez solo fue eso.
Frank Jr: Supongo... *Se incorpora para abrazarle* (Gracias...)
Tito Jr: *Estos momentos sentimentales contigo me ponen muy ñoño T_______T* *Le estrecha* (Gracias a ti por aguantarme...)
Frank Jr: *Niega con la cabeza* (No... soy yo e que está peor de los dos... oye Tito, corre a darte una ducha de agua caliente y ponte ropa seca, a la de YA)
Tito Jr: Sí mamá
Frank Jr: *Le empuja* Vete a tomar por el culo encanto, ya no te quiero.

Mientras Tito se ducha, Frank se va quedando dormido, sumido en pensamientos pesimistas que ponen en duda su cordura.



El principio
  
Cuéntanos, Frank Junior, ¿cómo empezó?

El primero en tener contacto con esa… cosa, esa criatura si se le puede llamar de algún modo, fui yo. Estábamos en el cementerio abandonado de aquél pueblo de mala muerte, subidos en una montaña, con un frío mortal. Tito se había puesto hacer gilipolleces con la ouija, y yo me había cortado la mano con la verja oxidada de la entrada. Era tan… patético todo. Me senté en un montón de tumbas medio destrozadas, carcomidas por los hierbajos; empezaba a llover y me sentía estúpido. Estaba ahí, parado, con la espalda apoyada contra la fría piedra, calándome… cuando escuché una voz. Una voz muy cercana, como de alguien que estuviese a menos de un palmo de mí, por encima justo de mi hombro. Sonaba como un niño, con un tono débil y a la vez envolvente…

- Estás sangrado.

Joder, casi muero del infarto… no… no me lo esperaba. Grité, y… salté hacia delante, sí, quería huir, apartarme… percibí una figura encapuchada, estaba a mí lado. Parecía… una persona adulta, no sé ni cómo la vi en la noche, con la lluvia y con el puto quinqué titilando. En cualquier caso, no fui demasiado lejos… tropecé y caí, dándome una de las hostias más grandes que recuerdo de mi vida. Ahí estaba yo, aturdido, rebozado por barro, empapado… qué gran noche. Cogí a mí hermano… realmente no sé muy bien cómo lo hice… pero lo saqué de allí… creo que tuve un ataque de histeria bastante serio, sí… sólo eso explicaría cómo pude correr hasta el hotel con el tobillo torcido como lo tenía. Poco más conservo de aquella noche… me duché. El agua caliente hizo que todas mis magulladuras y contusiones recobrasen vida… estaba bien jodido. Tito tuvo a bien limpiarme un poco las heridas… se lo agradezco muchísimo. En serio. Pasé toda la noche comiéndome la cabeza… me estaba volviendo realmente loco. Era triste pero cierto… escuchar voces en un cementerio vacío, vislumbrar formas… propio de un neurótico. ¿De verdad estaba seguro de que aquello había pasado realmente? En cualquier caso, a la mañana siguiente volveríamos a ir al cementerio… tal vez eso confirmase o desmintiese mis más delirantes fantasmas nocturnos.


Al día siguiente... (por Frank Junior)

A la mañana siguiente recogí mis cosas, ya sabía lo que tocaba. Y la verdad es que tenía ganas de volver al cementerio. Quería buscar respuestas…a ver si con un poco de suerte había otra explicación que no fuera la de que soy un sujeto fácilmente atemorizable. Salimos del hotelillo (el único que hay en ese pueblo), el día era neblinoso y el aire resultaba deprimentemente húmedo.
Llegué al cementerio seguido de Tito, sin intercambiar ni media palabra. Empujé la verja con el hombro, no me gustaba la idea de volver a joderme las manos. Ya en el interior, el cementerio se cargaba de un sentimiento desolador iluminado por la claridad del día. Tito se sentó a los pies de un árbol y sacó todas esas cosas raras que lleva él siempre para hacer la ouija. Me puse a su lado y juntos esperamos a que aquel vaso bocabajo nos diese alguna respuesta. Pero no ocurrió nada. Allí no se manifestaba nada más que el viento corriendo entre las lápidas rotas… pero el viento… cómo decirlo, no sonaba como simple viento… era como si en el seno del aire viajase un lamento, casi inaudible.
Como seguía oyéndolo, me puse en pie y caminé adentrándome en el camposanto. Tito me siguió; iba protestando, creo. Pero yo sólo estaba concentrado en definir de dónde venía ese sonido. Parecía llegar a mí de todas direcciones, perecía infestar el aire y rodearlo todo. Cuando llegué al muro que delimita el cementerio, en la parte más alta de la colina sobre la que se extiende, dejé de oírlo. Me sentía perdido y desorientado, asustado. Tito no había oído nada. Yo no quería pensar en la posibilidad de estar imaginándolo todo, me angustiaba. Mi hermano pensó que se me estaba yendo la cabeza, y me dejé guiar por él hacia la salida… cuando de pronto volví a oírlo. Ya no me parecía un lamento… era más… algo entre una canción y un rezo. Subí por los escombros de una zona de muro que estada derruida. Tiraba casi inconscientemente de Tito, y él me seguía como podía. Cuando bajamos encontramos al otro lado un bosque denso y oscuro, velado por la niebla. Cuando pusimos de nuevo los pies en tierra firme volvió a hacerse el silencio. Discutí con Tito. No sé muy bien por qué. Supongo que yo estaba nervioso, agobiado… y él no dejaba de hacer el impertinente insistiendo en regresar al hotel. Pero entonces…

- Yo no quería hacerte daño.

Me volví asustado. Estaba ahí, joder, de nuevo demasiado cerca… no sé de dónde coño podía haber salido sin que nos diésemos cuenta. Era una figura embozada en una capa que se desdibujaba entre los claroscuros del bosque.

- ¿Quién eres? -preguntó Tito.
- No quería hacerte daño… -musitó aquel personaje mientras comenzaba a acercarse…

Comentarios

Entradas populares de este blog

El tren que va a Baden-Wurtemberg (Herbert - IOS Hiro)

Un amor verdadero... es un amor para siempre