Invierno
Había llegado el  invierno y la nieve caía, densa y fría. Los árboles se helaban mientras  los animales se ponían a cubierto.         "Menos mal que mi semilla está a buen recaudo" - Se decía Carbonilla .   "Seguro que muchas de sus hermanas están por ahí muertas del frío"         "¿Qué podré llevarle para que siga germinando?"         "Humm... los ciervos siempre prueban con la corteza de los árboles"         " ... supongo que servirá"          Y así, la pequeña duendecilla de mina siguió, hablando sola mientras   buscaba víveres para que ella y su pequeña hija adoptiva pudiesen pasar   el crudo invierno que se les avecinaba.